Está claro que para muchos el Smartphone es una parte más de su cuerpo, una extremidad, como las piernas o los brazos, y lo venía siendo desde hacía mucho tiempo. De hecho, los profesionales ya hablaban de “
adicción al móvil” o “adicción a las nuevas tecnologías” cuando sus pacientes, la mayoría de ellos jóvenes, no podían separarse más de dos metros de su teléfono móvil y, por supuesto, no podían dejarlo de lado si sonaba el sonido del WhatsApp. Desde entonces, son muchos los que vienen advirtiendo de este problema, y sobre el hecho de dejar que niños pequeños usen esta tecnología sin demasiado control, pero el caso es que con el confinamiento se ha abierto la veda.
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