¿Es feliz la población europea con el modelo de sociedad que se ha venido creando en el continente con el paso de los años? Sin duda alguna, este es uno de los grandes debates que tenemos que plantearnos en la actualidad. Opiniones seguro que hay para todos los gustos, pero es evidente que podemos encontrar patrones o tendencias que sean más o menos comunes a un grupo sustancial de nuestra población. Y, de hecho, así es. El problema es que la sociedad europea, por lo general, vive cada día más estresada y agobiada.
Como consecuencia de ese estrés y agobio que es cada vez más común a los europeos y europeas, han surgido nuevas necesidades que es necesario tener en cuenta para garantizar un mínimo de salud mental para todos los ciudadanos del continente. Ahora existe la necesidad de relajarse, de encontrar un lugar o un modelo de vida que no reporte toda esa tranquilidad que nos falta durante el día a día. Una de las alternativas que han surgido y que hemos adoptado para combatir con este mal es el mindfulness. A él se están agarrando millones y millones de europeos.
Hay una fuerte corriente de pensamiento en nuestro país que cataloga a las personas que practican mindfulness como raras e incluso frikis. No será tan rara la práctica de esta actividad cuando ya son más de 200 los centros los que la imparten según indicaba la noticia que os acabamos de enlazar y que es propiedad del diario 20 Minutos. La verdad es que es mucha la gente que necesita relajarse y que ha encontrado una vía efectiva para hacerlo a través del mindfulness. Qué menos que respetar esa decisión y procurar que todo el mundo sea lo más feliz posible. A nadie le hace daño eso.
Una noticia publicada en la página web del diario ABC indicaba que el yoga es la actividad preferida por el 40% de la ciudadanía para reducir el estrés. Desde luego, no es para menos. Se trata de una técnica que funciona y que ayuda a la gente a combatir todos los problemas que se derivan del día a día y de una rutina que, desde luego, cada vez respeta menos las necesidades humanas y condiciona la vida de las personas. Ni que decir tiene que hay que procurar que la rutina no nos consuma demasiado, pero si eso no está en nuestro poder, siempre tendremos una alternativa como el yoga para mantener cuidada, en la medida de lo posible, nuestra salud mental.
La mayoría de la población en Europa es consciente de que necesita algo que le permita sobrellevar la rutina habitual de una manera que no afecte en demasía a su salud mental. Y el mindfulness se ha convertido en la técnica adecuada para ello. Eso explica que se haya triplicado en los últimos años la cantidad de personas en nuestro continente que se ha puesto en manos de una técnica como esta. Es lo que nos han comentado los profesionales de Inspirare. Y es que no cabe la menor duda de que, si queremos apostar por nuestra salud mental, hay que apostar por algo que nos reporte tranquilidad.
Una mejora de la autoestima también es bienvenida
Una de las consecuencias de un exceso de estrés es también que se resquebraja la autoestima que tenemos. El día a día nos consume también en este sentido y es lógico que muchas personas vean disminuida la confianza que tienen en sí mismas. No se puede vivir así de manera continua. Algo hay que hacer y el mindfulness es una de las alternativas ideales para intentar que no decaiga nuestro estado de ánimo.
Los responsables políticos en materia sanitaria deberían tener en cuenta que se ha venido abajo el estado de salud mental de una gran cantidad de personas en la Unión Europea. Y deberían hacer algo para proporcionar ayudas a técnicas como de las que venimos hablando, que son de primera utilidad a la hora de combatir males que se han convertido en tan habituales como el estrés, la ansiedad o la depresión, que son mucho más peligrosas de lo que parece y que terminan causando grandes perjuicios a todo tipo de personas.
Estamos en un momento en el que la salud mental es realmente importante, sobre todo tras una pandemia que ha golpeado los cimientos de la vida tal y como la conocíamos y que también ha ocasionado una crisis económica que ha terminado con las ilusiones de mucha gente delante de las puertas del INEM. Ojalá que esto no hubiera sucedido nunca. Pero no podemos cambiar lo que ha pasado. Solo podemos combatir los problemas del presente con estrategias y técnicas novedosas y que sepamos que son efectivas. Y el mindfulness es una de ellas.