Tu hogar es un reflejo de tu personalidad y estilo. Es el lugar en el que pasas la mayor parte del tiempo y, sea tu propiedad o un sitio de alquiler, es imprescindible que esté en buenas condiciones y resulte agradable estéticamente. A menudo, cuando pensamos en renovar nuestra casa, nos centramos en cambiar muebles, decoración o incluso la disposición de las habitaciones. Sin embargo, pintar las puertas de una casa es también una forma original de darle un aspecto fresco y renovado al hogar. Por este motivo, en este post, queremos hablar de cómo abordar todo el proceso de pintura de manera autodidacta, lo que te permitirá ahorrar dinero y personalizar tu casa de acuerdo a tus gustos. ¿Te gustaría saber más? ¡Quédate a leer!
¿Por qué deberías pintar tus puertas?
Para empezar, hay que tener en cuenta el ahorro que supone pintar puertas en comparación con reemplazarlas por completo. Evidentemente resulta muchísimo más económico. Además, las puertas desgastadas o dañadas pueden afectar negativamente la apariencia de tu hogar y, con ello, a tu manera de habitarlo. Pintarlas las hará lucir como nuevas, aunque no lo sean; y también hay que tener en cuenta que, de esta manera, podrás elegir los colores y estilos que mejor se adapten a tu gusto y decoración.
¿Qué se necesita para pintar una puerta?
Como es evidente, para pintar una puerta necesitas disponer de una serie de materiales y herramientas, como son, por ejemplo, la pintura: la cual deberá de ser especializada en el material de la puerta (bien sea madera, metal, etc.). Si no sabes donde mirar, te recomendamos que visites la página de decolor.com, en donde ofrecen un amplio catálogo de pinturas para madera, desde la imprimaciones para madera, hasta barnices, pasando por lasures o esmaltes de diferentes tipos y colores. Asimismo, también necesitarás brochas, rodillos, lijas, cintas de pintor, plásticos, guantes, gafas, mascarillas, etc. Todos estos productos se pueden encontrar en cualquier negocio especializado en pintura o incluso en la ferretería del barrio. Pregúntale al encargado y deja que te oriente.
Pasos a seguir
Si ya tienes todos los materiales necesarios, es el momento de ponerse manos a la obra. El primer paso es la preparación, clave para lograr un resultado exitoso. Asegúrate de que la puerta esté limpia y libre de polvo y suciedad. Si la puerta tiene pintura vieja descascarada o irregular, utiliza papel de lija para alisar la superficie y eliminar capas antiguas de pintura u otras imperfecciones. A continuación, y si tienes la posibilidad, te recomendamos que retires manijas, cerraduras y otros accesorios de la puerta, ya que facilitará la aplicación de la pintura y evitará que se manchen logrando un resultado más profesional; pero si no puedes hacerlo así, bastará con que utilices cinta de pintor para cubrir marcos, zócalos y cualquier otra área que no desees pintar. Por supuesto, no te olvides de cubrir el suelo con plástico, periódicos, o lonas protectoras para evitar derrames de pintura. Después llega el momento de la imprimación que, tal y como explica la Real Academia de la Lengua, consiste en preparar con los ingredientes necesarios las cosas que se han de pintar o teñir. Así, se ha de aplicar una capa uniforme de imprimación a la puerta y dejar que se seque según las instrucciones del fabricante. Esto ayudará a que la pintura se adhiera mejor y a que el color sea más uniforme.
Por fin, llegamos al paso clave: pintar. Una vez que la imprimación esté seca, comienza a aplicar la pintura. Utiliza brochas de calidad y tamaño adecuado para detalles y áreas de difícil acceso, y rodillos para superficies más grandes. Aplica la pintura en trazos largos y uniformes, siguiendo la veta de la madera si es aplicable. Asegúrate de que la capa de pintura sea uniforme y sin goteos.
Si ya has terminado de pintar, procura asegurarte de que la primera capa de pintura se seque completamente según las instrucciones del fabricante, lo que puede alargarse durante varias horas; y, si lo consideras, aplica una segunda capa. Cuando vuelva a estar seca, es el momento de instalar las manijas, cerraduras y otros accesorios en la puerta; así como de limpiar y guardar tus herramientas y materiales correctamente. Retira la cinta de pintor y las lonas protectoras y limpia cualquier derrame de pintura para que todo esté en perfecto estado.
Estos han sido algunos consejos y pasos a seguir a la hora de pintar las puertas de una casa de manera autodidacta. ¿Ya has terminado? Seguro que te ha quedado fenomenal. Esperemos que este texto te haya servido de ayuda. ¡Mucha suerte!