Prepara tu mesa para la ocasión

Ayudar a poner a la mesa es una de las primeras obligaciones que tenemos desde niños, lo que no quiere decir que siempre sea una tarea fácil. Convertirla en una mesa espléndida para una ocasión especial es todo un arte, y es que no es lo mismo comer solo que preparar un encuentro con niños o hacerte cargo de un evento especial. Por ello, los accesorios imprescindibles para decorar una mesa cambiarán dependiendo el tipo de acontecimiento y de los comensales que se sienten en ella. En muchas ocasiones ser prácticos y jugar con las tendencias de decoración será suficiente, pero si lo que queremos llevar a cabo es algo más formal, conocer el protocolo nos ayudará a conseguir una mesa de diez.

Variedad de ocasiones

En todas nuestras casas suele haber un punto de reunión, y éste suele ser la mesa del comedor: un desayuno rápido, solos o en pareja, una merienda mientras se hacen los deberes, una cena en familia. Para que nuestro día a día resulte práctico no hay que renunciar a una bonita presentación: unos cubiertos simples y una vajilla bonita y combinada pueden dar el toque especial a nuestras comidas de diario.

Que la usemos cada día no quiere decir que vaya a quedar deslucida en otras celebraciones. Con unos sencillos trucos podemos hacer que nuestra mesa se adapte a diferentes ocasiones. Por ejemplo, para darle el toque de cena romántica solo necesitaríamos unos pequeños cambios: un mantel un poco más elegante, unas copas con las que poder brindar, unas flores para la ocasión, ¡y velas! Con estos pequeños accesorios el ambiente habrá cambiado por completo, o si lo que queremos es preparar un desayuno especial con zumo, café, tostadas, embutido, etc., presentarlo todo como en los desayunos de hotel, le dará un toque especial a esa mañana de domingo.

Pero, además, a todos no encantan poder disfrutar de una gran comida familiar o de una reunión con amigos. Recibirlos a todos no es sinónimo de pasarse horas decorando la mesa, pero sí que es cierto que un poco de inspiración, crearemos ambientes especiales en los que disfrutar de la compañía. Combinando dos básicos como son vajilla y textiles crearemos escenarios muy diferentes:

  • Para una cena informal con amigos: está de moda juntarse a celebrar fiestas temáticas, por ejemplo, una noche de tacos mejicanos, sushi o una fondue. Usar una vajilla muy colorida para los tacos o una más sofisticada para el sushi, aportará a la mesa la ambientación necesaria.
  • Para un brunch en la terraza o el jardín: darle el toque de protagonismo a la mantelería con textiles finos, flores veraniegas o combinaciones inspiradas en el mundo náutico, combinado con una vajilla sencilla, nos otorgará el toque fresco y sencillo que necesitamos.
  • Para una fiesta infantil: utilizar una decoración económica y alegre, de colores vivos o brillantes, incluyendo las piezas de la vajilla, desechables o de plástico, te asegura una fiesta llena de risas, sin la preocupación de que pueda haber algún accidente.
  • Para una fiesta en el comedor: una mesa especial merece una decoración que esté a la altura. Aquí sí que nos podemos permitir sacar nuestra vajilla más bonita, sumando a la mesa pequeñas piezas u objetos heredados que le den un toque especial a la presentación. Es una buena opción incluir pequeños objetos llamativos, como unas velas, unas flores o unas pequeñas cintas alrededor de las servilletas. Algo sencillo puede ser la creación de unas pequeñas tarjetas con el nombre de los invitados, o con el menú que vayamos a servir. Este simple gesto los hará sentirse bienvenidos y, además, podrán llevarse un pequeño recuerdo a casa.

¿Qué dice el protocolo?

Si vamos a ser los anfitriones de un encuentro más formal, conocer algunos detalles fundamentales de protocolo es básico para colocar la mesa como es debido.

Lo primero es escoger un buen mantel y un buen protector o muletón  que proteja la mesa de posibles golpes y manchas. El mantel, por supuesto, debe estar impecable y planchado. Se aconseja que el color sea blanco o claro, pero esto también depende del tipo de comida que se vaya a servir y del momento del día en que sea la celebración.

A la hora de colocar los platos lo principal es dejar un espacio entre comensales de entre 60 y 75 centímetros para que puedan disfrutar de la comida sin darse codazos con la persona que tengan al lado. La vajilla debe ir en el centro y nos servirá de guía a la hora de ir incluyendo las diferentes piezas. Lo primero es colocar un plato llano y encima un plato hondo, (nunca se debe colocar un plato hondo, solo, en la mesa). Si queremos podemos añadir al conjunto un bajoplato, a modo de decoración. Su función es meramente decorativa, por eso deberá retirarse una vez los comensales se dispongan a comer.

En cuanto a los cubiertos, debemos recordar que el tenedor va a la izquierda del plato, y la cuchara y el cuchillo a la derecha. No olvidemos la regla más básica de etiqueta al poner la mesa: los cubiertos se colocan en el orden inverso a la secuencia de uso. Es decir, se sitúan más lejos los utensilios que utilizaremos en primer lugar. Las excepciones son el tenedor pequeño para cócteles o el de marisco, que se colocan a la derecha en el último lugar después de las cucharas y la cucharilla para el postre que irá arriba de los platos, boca arriba y con el mango hacia la derecha y el tenedor que le acompaña, pero con el mango para el otro lado.

La cristalería también tiene su disposición en la mesa. Al igual que la vajilla, debería ser toda del mismo modelo. Para que la sensación sea de armonía, el consejo de Giona Premium Glass, es hacernos con unas copas y vasos que hayan sido elaborados con cristalino de alta calidad, lo que les otorga un brillo y una calidad excepcional.  Siempre vamos a colocarlos a la derecha de los platos, pero esta vez en diagonal y situados por encima de los cuchillos y cucharas. Estos también tienen su secuencia, en primer lugar, irá la copa de vino blanco, seguido de la copa de vino tinto y por último la copa o vaso que utilizamos para el agua.

Si ponemos un platillo para el pan y la mantequilla, este platillo va a la izquierda de las copas, en la parte superior, encima de los cubiertos del lado izquierdo. Si hay saleros, vinajeras, etcétera, se debe colocar un juego por cada 6 – 8 comensales.

En cuanto a la servilleta hay que recalcar que siempre será de tela y nunca debe colocarse dentro de las copas. Lo ideal es hacerle unos pliegues de forma decorativa para adornar la mesa. Se coloca a la izquierda del plato y los tenedores.

Hemos de tener en cuenta que la comida se sirve siempre por la izquierda y se retira por la derecha. El orden de los platos suele ser de más suave a más fuerte. Empezaríamos con un aperitivo o entrante tipo consomé, sopa, crema…para continuar con el pescado y luego la carne.

Las bebidas se sirven siempre sin apoyar la botella en la copa y sin levantar la copa de la mesa. Aunque pensemos lo contrario no ayudamos nada levantando la copa para que nos sirvan “en el aire”.

Un sencillo centro de mesa y contar con una suave música de fondo son los dos últimos elementos que harán de tu velada un encuentro perfecto.

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