Aquel viernes que cambió mi vida gracias al Euromillón

La verdad es que llevaba meses caminando por el filo de la desesperación. NO es fácil verse sin nada de la noche a la mañana. Después de perder mi empleo como técnico de mantenimiento en una empresa que cerró por la crisis, cada semana para mí era una lucha, un túnel sin luz. Había vendido casi todo lo que podía para pagar el alquiler, pero ya no me quedaban ni objetos ni fuerzas. ¿Qué hacer?

Pues dicen que cuando una cosa va mal, puede ir a aún a peor, ¿no? Pues eso es lo que me ocurrió a mí. Lo peor llegó cuando caí en una estafa disfrazada de oferta de trabajo por internet. NO entiendo cómo teniendo en este país un Ministerio de Consumo, con muy buenos sueldos, permiten que ocurran estas cosas.

Cuando uno está desesperado no piensa nada, bueno sí, en buscar salidas rápidas. Y yo lo vi en un trabajo remoto que prometía ingresos decentes. De esos que salen muchos en las redes sociales. Pero solo logré perder los pocos ahorros que tenía. El banco me había enviado ya dos avisos de desahucio. Me quedaban cinco días y estaba desesperado.

A la desesperada

Ese viernes por la tarde, con los bolsillos vacíos y mi dignidad por los suelos, salí a caminar sin rumbo por su barrio. Era lo que hacía siempre desde hace unas semanas pensando que quizás encontraría un cartel con un “Se busca empleado”. Pero nada.

Pero fue entonces cuando pasé por una administración de loterías que siempre había ignorado. Todavía recuerdo esa mirada al escaparate de Lotería María Victoria. “¿Y si…?” pensé. Era absurdo. Irracional. Pero algo en mi interior, aunque la verdad es que no sé lo que fue, me empujó. Con una moneda de 2 euros que me quedaba, sellé un Euromillón. “Total, qué más da, esos dos euros no me iban a sacar el desahucio”, murmuré más resignado que esperanzado.

Aunque es cierto que en ese momento, cuando me sellaban la lotería pensé en muchas cosas. Se me vieron imágenes cómo la de muchas películas de Navidad, cuando la gente está desesperada pero de repente surge algo que cambia el destino. Me acuerdo perfectamente de ser un crío y ver con mis padres Qué Bello es Vivir. Y ahora, ya sin padres, yo creo que fueron ellos los que me guiaron a hacerlo.

La noche del sorteo, no tenía ni televisión. Me enteré al día siguiente en el bar de la esquina, mientras tomaba un café, sí todavía había camareros que me fiaban. El bueno de Carlos me mostró los números. Saqué mi boleto con manos temblorosas. Uno a uno, los números coincidían. Todos. Había ganado. No me lo podía creer.

5 millones de euros

Pues sí, me habían tocado 5 millones de euros. Que puede sonar a milagro de Navidad, pero os juro que así fue. Pasé semanas sin creérmelo. Lo primero que hice fue saldar todas mis deudas, pero sobre todo ayudar a quienes, aun sin mucho, me habían tendido la mano. Ahora me acuerdo de Carlos que me fiaba el café todas las mañanas, de Ana en su tienda de barrio que me daba la comida que se iba a poner mala, y de muchas otras personas como Jesús, Charo, Patri. Bueno y claro, también hay que contar con Hacienda, que esa no perdona ni un solo euro, ya sea de la lotería, de una rifa o del mismísimo Pasapalabra, el programa de Antena 3. Ellos siempre se llevan su parte y por varios lados.

Luego, me compré una pequeña casa cerca del mar y monté un taller pequeño donde di trabajo a dos personas en riesgo de exclusión. Supongo que ellos estaban como yo hace unos meses, pero ellos no tuvieron la suerte de la fortuna de su lado. Quizás para ellos yo fui su Euromillón, y eso me hace feliz.

Porque es cierto que la vida no fue justa conmigo, aún recuerdo mi despido y cómo perdí todo por esa estafa, pero creo que he tenido mucha más suerte que otros, por eso es de obligación poder devolverlo. Y me siento muy bien por todo ello.

La verdad es que no me volví millonario en apariencia. Yo vestía igual, caminaba igual. Pero ahora dormía tranquilo, sonreía sin miedo, y cada día, al pasar frente a esa administración de loterías, recuerdo que incluso en el abismo más oscuro, si tienes fe en algo puede cambiarlo todo.

 

También podrías disfrutar

La Unión Europea apuesta por la sostenibilidad en el mercado de los muebles

La industria relacionada con los muebles y también está generando una importante contribución en este sentido. Cada vez se fabrican más muebles que son sostenibles o ecológicos y gracias a los cuales se está mejorando paulatinamente en muchos aspectos, como lo puede ser, entre otras cosas, la tala de árboles en lugares estratégicos del planeta. En Goterris, una empresa especializada en muebles de diseño y de máxima calidad para el hogar, visitaron la Feria Internacional del Mueble de Valencia, encargándose de escribir una noticia en la web al respecto y confirmando que la sostenibilidad se ha convertido en un asunto central entre todas las personas que se dedican de manera profesional a este sector.