CIRBE y riesgo financiero

Central de Información de Riesgo del Banco de España, eso es la CIRBE, a parte de un papelito que ellos emiten si lo solicitas, en donde se refleja tu riesgo financiero. Para aquellos que lo desconozcan o quieran saber con exactitud de que trata esta entidad, hemos consultado a nuestros amigos de Findango Finance, expertos en financiación. Porque sí, el CIRBE y los productos financieros, están íntimamente relacionados.

Hablando con propiedad, la CIRBE es un estamento legal en el cual se registran las deudas económicas existentes entre particulares y empresas. Se trata de una base de datos con carácter público, cuyo acceso por parte de terceros requiere de la autorización por parte del deudor. Esto quiere decir, que un banco puede solicitar este informe, previa autorización para conocer el riesgo financiero de la persona con la que va a mantener algún tipo de relación comercial.

Aunque algunos lo piensen, la CIRBE no es un listado de morosos. No importa la forma jurídica que posea la empresa ya que en la CIRBE aparecerá la información relativa a los préstamos, créditos (riesgo directo), avales y garantías (riesgo indirecto) que una entidad bancaria o financiera, mantiene con sus clientes.

Esta base de datos, se actualiza mensualmente y en ella aparece la información de toda persona y empresa que cuente con un riesgo acumulado superior a los mil euros. El límite del riesgo estipulado por la propia Central, se encuentra en los nueve mil euros.

Para solicitar tu informe CIRBE y conocer los riesgos financieros como persona física o jurídica, puedes hacerlo por tres vías. Todas ellas, gratuitas.

La forma más cómoda de solicitar un informe CIRBE es por internet. Es necesario estar en posesión del certificado o firma digital correspondiente y utilizar un navegador valido para entrar en el Banco de España.

Presencialmente cuentas con el plus de llevarte el informe en el momento. Para ello, debes acudir a la sede del Banco de España o cualquiera de sus sucursales, entregar una solicitud y aportar la documentación correspondiente.

Algo más lenta y prácticamente en desuso, el correo ordinario, es la tercera vía posible para poder solicitar este informe. Para ello, hay que rellenar el formulario de solicitud y enviarlo a la dirección de la Central de Información de Riesgos. Junto a la solicitud debe adjuntarse la documentación correspondiente. El informe se remitirá por correo certificado al domicilio del solicitante.

La documentación necesaria y obligatoria para solicitar la CIRBE, independientemente de la modalidad elegida es la siguiente:

  • DNI.
  • Poder o documento que acredite la representación, en caso que proceda.
  • Inscripción en el Registro Mercantil cuando se aporte escritura de nombramiento de sociedades mercantiles o apoderados.
  • Poder notarial.

Quién, qué y para que

Como hemos dicho, se trata de un informe confidencial al que no se permite el acceso a la información relativa a otras personas. Por tanto, el solicitante debe ser el interesado, salvo autorización o los siguientes supuestos:

  • Particular o empresa que pida operación de riesgo.
  • Solicitante que figura como obligado a pago.
  • Solicitante que aparece como garante en documentos cambiarios o de crédito cuya adquisición o negociación haya sido solicitada a la entidad bancaria.
  • Como mecanismo básico para que las entidades puedan conocer el nivel de riego de una operación.

En cuanto a la información que aparece en el informe, no se encuentran registradas en él todas las deudas. El criterio de inscripción en CIRBE se realiza a petición del prestatario y en el caso de que las mismas, superen los mil euros.

Cuando se trata de préstamos privados, los mismos prestamistas no suelen comunicar al Banco de España la deuda, aunque los más profesionales y legales, si lo declaran. Puesto que, en la mayoría de estos casos, los prestamos se avalan con garantías reales como viviendas o locales, la deuda ya se encuentra inscrita en el registro de la propiedad.

En la circunstancia de contar con una garantía, puede registrarse la misma como deuda. Dependiendo de la garantía y quien la preste, figurará en el registro o no.

Para conocer los prestamos que son susceptibles de aparecer en CIRBE, existen unos códigos asignados a cada una de las operaciones. A continuación, dejamos los mismos:

  • Valores prestados.
  • Crédito comercial con recurso.
  • Crédito comercial sin recurso.
  • Crédito financiero.
  • Arrendamiento financiero para el arrendatario.
  • Pacto de retrocesión inversa o adquisición temporal de activos.
  • Valores representativos de deuda.
  • Depósitos a futuro.
  • Avales y cauciones no financieros prestados.
  • Créditos documentarios irrevocables.
  • Disponible en otros compromisos.

Para que todo esto es algo sencillo de entender: se utiliza como una base de datos. Por un lado, tiene una función de control y supervisión; por otro el propio Banco de España, lo utiliza como medio estadístico para elaborar los informes correspondientes al endeudamiento o economía del país.

A nivel personal, su función es la dotar de información al sistema de crédito. De esta manera, cuando se solicita un crédito bancario, la entidad va a pedir la firma de un documento para poder solicitar y consultar los datos que se reflejan en el informe del CIRBE. De este modo, se comprueba que las deudas se ajustan a la realidad.

Al comprobar dichos datos, estos informes, permiten realizar una criba ya que según los datos que muestre el informe, el crédito será o no aprobado.

Los niveles de riesgo que las entidades bancarias están dispuestas a aceptar dependen de varios factores.

Elementos o productos que componen la deuda recogida. Quien ha hecho la concesión de esa deuda. El nivel de ingresos con los que cuenta la empresa o la persona. Datos como la edad, la actividad y variables de la misma índole. Estos factores influyen en la decisión de la entidad, sin embargo, el factor determinante es la relación de la facturación y su repercusión en el beneficio. Esto determina el riesgo circulante y la capacidad que posee el deudor para amortizar el crédito.

Reducir el riesgo es posible

Huelga decir que la mejor manera de reducir el riesgo bancario, es no tenerlo. Suprimir las deudas es sin duda, lo deseable. También sabemos que es una utopía. En esta sociedad endeudada lo único que se puede hacer es minimizar el riesgo. ¿Cómo? Sustituyendo el leasing o los prestamos por otras opciones o formas de financiación. La adquisición de vehículos u otros materiales, aumentan CIRBE, pero existen formulas como el renting en las que el riesgo, no aumenta.

Sustituir las fianzas o avales por seguros de caución. Este producto consiste en una garantía que se entrega para garantizar el cumplimiento de una obligación tanto legal, como contractual. El seguro de caución, garantiza al asegurado la indemnización de los daños que pueda generar el incumplimiento por parte del tomador del seguro.

A diferencia de un aval bancario, el seguro es quien se hace responsable de la deuda en caso de que el deudor, no cumpla con lo estipulado. El coste, inferior en estos casos a lo que supone un aval, disminuye notablemente el riesgo en CIRBE.

Para finalizar, aclarar que CIRBE no es un fichero de morosidad ni cumple esa función. A diferencia de estos ficheros, consultar el informe CIRBE, arroja luz sobre el peticionario y permite determinar las condiciones económicas más favorables.

Los ficheros de morosos, en los que se entra a petición de los cobradores, están llenos de personas que se suponen de riesgo por cuantías irrisorias. En CIRBE se inscriben todas las operaciones en los que una persona física y/o jurídica, este implicada. Este hecho, como tal, no implica riesgo. Solo aporta información relevante a la hora de solicitar un préstamo.

 

 

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