Todos utilizamos tejidos continuamente, en la ropa, las viviendas, las empresas. Es un elemento indispensable en nuestra vida. Tan presente está en nuestro día a día que no reparamos en ello. Como si de una parte más de nuestro cuerpo se tratara. A la hora de comprar cualquier artículo, se trate de ropa o una mantelería, debemos saber reconocer la calidad del tejido con el que está confeccionado. No basta con que nos guste su color o acabado, hay que poner atención en la calidad de la tela como tal. Su resistencia y durabilidad, son factores siempre relevantes a tener en cuenta.
Tanto el mundo de la moda y la sastrería como el de la ropa de cama o los artículos diseñados para el hogar, como las fundas del sofá, toallas, cojines o cortinas, la calidad de los tejidos a utilizar, juegan un papel esencial. Elegir las telas adecuadas incide de forma directa en su apariencia, durabilidad y comodidad. Por lo que hay que saber reconocer los materiales de alta calidad a la hora invertir en ropa, sabanas o tejidos de cualquier tipo.
Los diferentes tipos de tejidos cuentan con diferentes propiedades y características. Por ejemplo, el algodón, ampliamente conocido y utilizado, es una fibra natural suave, aireada y muy agradable para la piel. De ahí que se trate de una opción popular tanto para la ropa de verano como para las toallas. Su capacidad para enfriar el cuerpo y absorber la humedad, lo hacen indispensable. Por otro lado, la seda, un material lujoso, delicado, suave y muy ligero, perfecto para vestidos o, también ropa de cama. Tejidos como el lino o la lana, cuentan por igual, con propiedades únicas. Mientras que el lino es ligero, aireado y absorbe bien la humedad, la lana, es cálida, suave y aísla bien.
Elegir tejidos de calidad
La composición de cada tipo de tejido, afecta de forma directa a la calidad de la ropa, así nos lo cuentan nuestros amigos de Algodonea, expertos en textiles portugueses. Las fibras naturales como el algodón o el lino, suelen ofrecer mayor durabilidad y resistencia al estiramiento que las sintéticas. Estas últimas, como el poliéster o el nailon, pueden ser más resistentes a la abrasión, pero también, menos transpirables y respetuosas con la piel.
Por lo tanto, resulta importante familiarizarse con la composición de cada tejido antes de realizar cualquier compra. La composición de cada tejido puede afectar a la comodidad y facilidad de uso, la transpirabilidad, la absorción de la humedad, la durabilidad y su mantenimiento. Así como a su lavado. Al optar por tejidos de alta calidad, con una composición adecuada, se garantiza mayor comodidad y satisfacción.
A la hora de la elección, conviene poner atención a las instrucciones del fabricante, sobre todo respecto a su cuidado y lavado. Estas indicaciones ayudan en gran medida a que el tejido se mantenga en las mejores condiciones durante mucho tiempo, manteniendo su durabilidad y un buen aspecto. Otro de los indicadores de calidad al que prestar atención, es la densidad del tejido. Una alta transmisión de luz, puede indicar baja densidad, lo que indica que se trata de un tejido suelto y menos duradero. Los artículos confeccionados con estos tejidos, pueden deformarse y desgastarse con facilidad, a consecuencia de un uso diario.
La elasticidad de la tela es otra característica a considerar. Tras soltar la tela después de ser estirada en las manos, hay que comprobar si vuelve a su forma original de manera rápida y natural. Los tejidos de calidad, cuentan con una buena elasticidad, por lo que no perderán su forma cuando se estiren.
Estas comprobaciones no pueden realizarse en las compras online a las que estamos cada vez más habituados. De manera que en este caso, hay que poner una especial atención a la información disponible. Las tiendas online de tejidos que tienen buena reputación, ofrecen a sus clientes tantos detalles e información como sea posible, lo que hace que resulte más sencillo tomar una decisión. Por lo que es una excelente idea, buscar tiendas que ofrezcan una detallada descripción de la composición de la tela, sus propiedades, peso y acabado, entre otros detalles importantes. Si la tienda muestra imágenes de calidad, es buena señal, puesto que quieren presentar el producto de la mejor manera.
Un buen indicativo de la calidad de los tejidos, puede ser su precio. En este caso, el valor y el precio, se encuentran estrechamente ligados. Las mejores telas y tejidos, confeccionados con fibras naturales como el algodón, la seda o el lino, suelen ser notablemente más costosas que las sintéticas. No obstante, el precio no es el único criterio a seguir para evaluar la calidad del tejido. Hay que considerar el proceso de producción, el acabado y las características y propiedades adicionales de los tejidos.
Al mismo tiempo, hay que recordar las diferencias existentes en la calidad de tejidos de la misma categoría. El algodón, por ejemplo, varía según su tipo, la forma de hilado y la forma de tejido.
Analizando el tejido
Aunque no podemos ir haciendo ciertas pruebas a los tejidos que vamos a comprar, algunas empresas se ocupan de esta tarea, llevando a cabo controles y análisis de todo tipo de material textil. Con los resultados de estas pruebas se certifica la calidad de los tejidos, por lo que consideramos importante, conocer que tipos de prueba se llevan a cabo.
El control y análisis del material textil, se divide en tres apartados: control de calidad de las propiedades geométricas, mecánicas y retentivas. Cada uno de estos apartados, se compone de diversos ensayos destinados a garantizar que los tejidos son actos para su uso.
Durante el control de calidad de las propiedades geométricas, se realizan pruebas con la finalidad de asegurar que el tejido cuenta con la calidad y consistencia adecuada. Son esenciales a la hora de cumplir con el diseño y expectativas del cliente. Incluyen pruebas relativas al peso o gramaje del tejido, parámetros de gran importancia que determinan el uso del tejido y permite calcular los costes del material utilizado. La densidad del tejido se mide en base a la cantidad de hilos y pasadas presentes en cada centímetro de tejido. La prueba ser realiza con un cuentahílos.
Por otro lado, se verifica el ligamento del tejido, es decir, el patrón entrecruzado de los hilos de urdimbre con las pasadas de la trama. Paso clave para garantizar que el proceso de confección es correcto. También se hacen pruebas que determinan la estabilidad dimensional, evaluando la capacidad del tejido para mantener sus dimensiones, sobre todo con el lavado. Dato importante para establecer los cuidados necesarios. Por último, dentro de esta tipología, se evalúa la deformación y distorsión de los tejidos. Las dos series de hilo (urdimbre y trama), deben formar un ángulo recto, de lo contrario, se producirán deformaciones y distorsiones.
En cuanto al control de calidad de las propiedades mecánicas, se trata de pruebas que analizan la resistencia a la tracción, el arrugado y a enganches. La referencia a la tracción, hace alusión a la capacidad del tejido para resistir a una rotura. Por lo que esta prueba evalúa la resistencia a la tracción, el alargamiento y el rasgado. Sobre la resistencia al arrugado, se analizan las arrugas, lo que permite la capacidad que ofrece el tejido para volver a su forma original tras someterlo a tensión. La resistencia a enganches, indica que un tejido con alta resistencia es menos propenso a sufrir daños o desgaste.
Por último encontramos el control de calidad de las propiedades retentivas. Esta última fase, consiste en una serie de pruebas destinadas a evaluar las características que hacen posible que el tejido mantenga sus propiedades a lo largo de su vida útil, tras su uso y lavado. Las pruebas son muy numerosas por lo que vamos a citar las más relevantes: solidez del color del tejido, resistencia a la abrasión, resistencia al pilling, repelencia al agua, repelencia a los hidrocarburos, resistencia a los rayos UV, permeabilidad al agua y al aire, transpirabilidad de los tejidos, resistencia al fuego, resistencia al laminado y doblado, ensayos antibacterianos, evaluación del tacto de la tela, envejecimiento de los textiles…
Como se puede comprobar, la lista de pruebas que se realizan a los tejidos, es muy larga. Lo que proporciona cierta seguridad a la hora de adquirir tejidos, telas o prendas de ropa.
En conclusión, llegado el momento de disponerse a adquirir ropa, tejidos o artículos relacionados, se pueden tener en cuenta ciertos aspectos. Lo más deseable es adquirir este tipo de artículos con la intención de que sean duraderos. Por lo que la calidad debe ser buena, por lo que a la hora de elegir hay que tener en cuenta que, los tejidos cumplan su función. En el caso de la ropa que quede bien, abrigue, sea cómoda, no moleste o pique. Lo que puede aplicarse a la ropa de cama o de baño. Además, debe ser duradera, por lo que el tejido no debe deshacerse o deformarse. Por lo que hay que tener en cuenta los tres elementos que influyen en estos aspectos: la fibra con que se ha fabricado, el tejido utilizado y la confección realizada o a realizar.


