Según el último informe publicado por la Federación Europea de la Industria de Alimentación para Mascotas (Fediaf), en España el animal de compañía por excelencia en nuestros hogares es el perro, de los que se han contabilizado unos 6.270.000 ejemplares en el año 2017, lo que significa que cada vez es más frecuente en los hogares españoles tener una mascota, y por tanto asumir unos gastos que en el caso de los perros se mueven en una horquilla que puede ir de los 275€ a los 375€ de consumo medio anual, distribuidos en distintos servicios como alimentación, gastos veterinarios, medicamentos, higiene, peluquería, seguro, juguetes, etc.
Este incremento de animales de compañía ha supuesto que durante los últimos años halla emergido un nuevo sector empresarial, el de las clínicas de veterinaria. Estas clínicas especializadas en animales de compañía, además de contar con su principal servicio, que es la atención de la salud de nuestra mascota, atendido por personal veterinario especializado, tanto en su lado curativo de enfermedades y que suele disponer de un servicio de hospitalización, así como de atención las 24 horas, como en su lado preventivo en cuanto a vacunas, vitaminas, consejos o recomendaciones. Suelen contar también estas clínicas con otros servicios paralelos como tienda de productos alimenticios específicos, peluquería para el cuidado de la higiene y el aspecto exterior de la mascota, spa con fines relajantes, guardería, venta de artículos de ropa o accesorios, juguetes, hotel, etc.
A pesar de la constante evolución que ha experimentado nuestra sociedad en relación con el respeto por la vida y el bienestar de los animales, el aumento de la sensibilidad social sancionando conductas de maltrato, todavía y según establece el Código Civil en nuestro ordenamiento jurídico los animales domésticos son bienes inmuebles, cosas, puesto que solamente figuran dos regímenes jurídicos, las personas que pueden ser físicas o jurídicas y los bienes que pueden ser muebles o inmuebles. Como los animales no son personas, su categoría se sitúa en bienes. Actualmente para enmendar esto está en marcha una proposición de ley para establecer una tercera categoría para ellos la de seres vivos dotados de sensibilidad, con ello lo que se pretende es proporcionarles una mayor protección y que prime ante todo su bienestar.
Entre los principales cambios que se proponen con esta reforma, figuran:
- Los animales no pueden ser objeto de embargo ni de hipoteca.
- En el caso de disolución de parejas, si existe un animal de compañía el bienestar de este deberá ser tenido en cuenta y por lo tanto figurará en el convenio regulador que se establezca su destino, pudiendo contemplarse la posibilidad de una custodia compartida, así como el reparto de los tiempos de su disfrute por ambas partes. En base a esto, cobra cada vez más relevancia e interés el servicio de transporte de animales en avión que nos ofrece la sociedad privada Star Cargo, especializada en el transporte nacional e internacional, que gestiona todos los trámites de cada operación de transporte y asesora a sus clientes para que elijan el servicio más adecuado para sus envíos con la finalidad de que lleguen a su destino de la forma más rápida, barata y eficaz.
Beneficios de tener un animal de compañía
Los motivos para la tenencia o la forma de adquisición de un animal de compañía pueden ser muy dispares, pero hay que reconocer que los beneficios psicológicos o fisiológicos que aportan estos animales de compañía a las personas que los tienen son enormes. Entre ellos se pueden citar los siguientes:
- Evitan el desánimo y el sentimiento de soledad en aquellas personas que viven solas.
- Favorecen la realización de ejercicio físico o de una actividad a aquellos dueños que tienen una vida sedentaria o con poca voluntad para moverse, como pueden ser las personas de edad avanzada, ya que los incita y obliga a salir a la calle, a dar un paseo…
- Ayudan a establecer unas rutinas diarias, a organizar el tiempo, puesto que los animales al igual que las personas necesitan una rutina diaria para pasear, hacer sus necesidades, comer, descansar…
- Aumenta el sentido de la responsabilidad en las personas, al ser el responsable directo de la alimentación, la salud y el bienestar del animal.