Una de las mejores soluciones para las hernias pasa por la cirugía

Someterse a una cirugía para tratar una hernia inguinal o abdominal ofrece numerosos beneficios para la salud, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes y previniendo complicaciones graves. Las hernias, que ocurren cuando una parte del intestino u otro tejido abdominal sobresale a través de un punto débil en los músculos de la pared abdominal, pueden causar dolor, incomodidad y, si no se tratan adecuadamente, complicaciones potencialmente mortales.

El alivio del dolor y la incomodidad es uno de los beneficios más inmediatos y tangibles de la cirugía de hernia y es que las hernias pueden provocar una sensación de molestia o dolor que varía en intensidad y que se agrava con actividades físicas, como levantar objetos pesados, toser o realizar ejercicio. Este dolor puede ser constante o intermitente y, en algunos casos, puede interferir significativamente con las actividades diarias y la capacidad de trabajar. La intervención quirúrgica repara el defecto en la pared abdominal, eliminando la causa subyacente del dolor y permitiendo a los pacientes retomar sus actividades cotidianas sin molestias. Este aspecto es crucial, ya que el dolor crónico puede tener un impacto negativo en la salud mental, causando estrés, ansiedad y depresión. Por lo tanto, la cirugía no solo mejora la salud física, sino también el bienestar emocional del paciente.

La prevención de complicaciones graves es otro beneficio crucial de la cirugía, puesto que las hernias no tratadas pueden llevar a situaciones de emergencia médica, como la incarceración y el estrangulamiento. La incarceración ocurre cuando una parte del intestino queda atrapada en el saco herniario, impidiendo su retorno al abdomen. Esto puede causar una obstrucción intestinal, que se manifiesta con síntomas como dolor abdominal severo, náuseas, vómitos y distensión abdominal. La obstrucción intestinal es una condición seria que requiere intervención médica inmediata. El estrangulamiento es una complicación aún más grave, en la que el suministro de sangre a la parte atrapada del intestino se corta, lo que puede llevar a la muerte del tejido afectado. Esta condición es una emergencia quirúrgica y, si no se trata de inmediato, puede ser fatal. La cirugía de hernia elimina el riesgo de estas complicaciones al reparar el defecto en la pared abdominal y asegurar que el intestino y otros tejidos no queden atrapados.

Además de prevenir complicaciones inmediatas, la cirugía de hernia también puede prevenir problemas a largo plazo y es que las hernias pueden aumentar de tamaño con el tiempo, lo que hace que el defecto en la pared abdominal sea más grande y difícil de reparar, tal y como nos explican desde CQ Centro Quirúrgico. Así, según ellos, las hernias más grandes pueden requerir cirugías más complejas y llevar a una recuperación más prolongada y al someterse a una cirugía en una etapa temprana, los pacientes pueden evitar la progresión de la hernia y las complicaciones asociadas con intervenciones más complejas.

La cirugía también puede mejorar la función digestiva y la calidad de vida general, debido a que las hernias pueden interferir con la función normal del intestino, causando síntomas como estreñimiento, hinchazón y malestar abdominal. Al reparar la hernia, se restaura la anatomía normal del abdomen, lo que puede mejorar la digestión y el tránsito intestinal. Esto es particularmente importante para los pacientes que experimentan síntomas digestivos crónicos debido a la hernia.

Finalmente, someterse a una cirugía de hernia puede permitir a los pacientes retomar sus actividades físicas y laborales sin restricciones. Las hernias pueden limitar la capacidad de una persona para realizar ejercicio físico y actividades laborales que requieren esfuerzo físico. Después de la cirugía y la recuperación, los pacientes pueden volver a estas actividades con mayor confianza y sin temor a exacerbar su hernia. Esto no solo mejora la calidad de vida, sino que también contribuye a un estilo de vida más activo y saludable.

¿Qué otros tratamientos existen para las hernias?

El tratamiento de las hernias puede variar según el tipo de hernia, su tamaño, los síntomas del paciente y otros factores de salud. Si bien, además de la cirugía, existen varios enfoques que pueden considerarse, aunque la cirugía sigue siendo el tratamiento más efectivo para la mayoría de las hernias. En este sentido, algunas de las otras opciones que están sobre la mesa para tratar las hernias son:

  • Observación y manejo conservador: para las hernias pequeñas y asintomáticas, los médicos a veces recomiendan un enfoque de «observación y espera». En estos casos, se monitorea regularmente la hernia para detectar cualquier cambio en el tamaño o el desarrollo de síntomas. Este enfoque es más común en pacientes con hernias inguinales pequeñas que no causan molestias significativas. Sin embargo, es importante que los pacientes informen a su médico sobre cualquier cambio en sus síntomas para que se pueda reevaluar el plan de tratamiento.
  • Uso de soportes o trusas herniarias: en algunos casos, especialmente cuando la cirugía no es una opción inmediata, se pueden usar dispositivos de soporte como trusas herniarias. Estos dispositivos ayudan a mantener el contenido herniario en su lugar y reducir el dolor y la incomodidad. Sin embargo, no son una solución a largo plazo y no reparan la hernia, solo proporcionan alivio temporal de los síntomas.
  • Medicamentos: aunque los medicamentos no pueden curar una hernia, pueden ayudar a manejar algunos de los síntomas asociados, especialmente en el caso de hernias que causan reflujo ácido o problemas digestivos. Los antiácidos, inhibidores de la bomba de protones (IBP) y bloqueadores H2 pueden ser recetados para aliviar el ardor de estómago y la indigestión que pueden acompañar a ciertas hernias, como las hernias hiatales.

También podrías disfrutar