El home staging es un concepto reciente en el sector inmobiliario español que consiste en una herramienta de marketing inmobiliario con la que se consigue mejorar la imagen de las viviendas, facilitando su venta o alquiler.
Aunque este concepto lleva más de 40 años empleándose Estados Unidos, en España a penas se comenzó a escuchar hace menos de una década.
Luego de su aparición, este concepto no tardó en expandirse por Canadá y Australia, mientras que no fue hasta la década de los 90 cuando llegó a Europa, primero al Reino Unido y años después a los países nórdicos, Alemania, Bélgica y Francia. De hecho, en España hubo que esperar hasta 2008, en plena crisis, para empezar a ver las primeras empresas dedicadas al home staging.
Así, en la actualidad, ya un 75% de las viviendas en venta en ese país pasan por los filtros de un home stager, el profesional que lleva a cabo la metodología creada en 1970 por Barbara Schwarz, la interiorista que diseñó este innovador concepto para la comercialización de inmuebles tras descubrir que, al preparar y reorganizar una vivienda en proceso de compraventa, se conseguía vender en un tiempo sustancialmente inferior al de los inmuebles convencionales.
¿Para qué se utiliza el home staging?
Esta se vale de dos estrategias fundamentales: la primera está enfocada en la imagen que se proyecta de la vivienda a través de las fotografías que se realizan para su publicación en inmobiliarias o plataformas online; la segunda, en la impresión que causa en la visita de los posibles compradores o inquilinos.
Así, según Cláudia Morgado de Sousa, diseñadora de interiores, experta en home staging “Esta técnica se utiliza también para que futuros compradores o inquilinos puedan imaginar fácilmente cómo sería vivir en el espacio y cuáles serían las posibilidades funcionales, espaciales y decorativas de la vivienda”
Por su parte, Teresa Roca, interiorista de espacios domésticos y profesionales y home stager desde 20016 dice que “el objetivo es atraer el máximo de visitas posibles al inmueble en venta o alquiler a través de un buen reportaje fotográfico, potenciando al máximo las cualidades de la vivienda para hacerla más atractiva, e influir en la percepción del posible comprador en el momento de la visita.”. “Los primeros 90 segundos de una visita son decisivos en la toma de decisiones”, matiza.
A esto, Morgado de Sousa añade que “esta técnica se utiliza también para que futuros compradores o inquilinos puedan imaginar fácilmente cómo sería vivir en el espacio y cuáles serían las posibilidades funcionales, espaciales y decorativas de la vivienda”.
Y para cerrar el concepto del home staging, Caroline Jurgens, home stager profesional y presidenta de la Asociación de Home Staging España (AHSE), suscribe los objetivos mencionados y añade además datos económicos significativos. “Es importante preparar una vivienda antes de ponerla a la venta para que, en cuanto salga al mercado, atraiga directamente a compradores potenciales, mediante unas buenas fotografías y una casa atractiva. De la forma contraria es muy fácil “quemar” la casa, recibir poco interés y al cabo de un tiempo tener que bajar el precio de la vivienda. Es necesario tener en cuenta que rebajar el precio suele producirse en tramos de 5.000 € o 10.000 €, cifras mucho más altas que la inversión que se produce en un proyecto de home staging, que suele suponer una inversión entre 1.500€ y 3.500€”.
¿En qué tipo de viviendas se debe recurrir al home staging?
Según Caroline Jurgens: “Todas las viviendas en venta o alquiler deberían recurrir a un home stager si se quieren vender o alquilar al mejor precio y en el tiempo más corto. Será vital amueblar y decorar para lograr un efecto hogareño y para mostrar las posibilidades que tiene la casa. Solemos trabajar con muebles de cartón de Cubiqz que tienen un efecto sorprendentemente atractivo”
A lo que Teresa Roca agrega: “Cualquier tipo de vivienda en proceso de venta o alquiler necesita un buen reportaje fotográfico, ya que se trata de su carta de presentación. Además, en las viviendas habitadas el componente emocional es excesivamente alto, mientras que en las vacías es inexistente, por lo que es necesario encontrar el punto medio con el que se consigue que el visitante sienta el inmueble que visita como su futuro hogar”.
Las acciones más habituales del home staging
Como podemos concluir del punto anterior, el home staging trabaja con dos tipos de viviendas, los pisos recién reformados o las viviendas antiguas o habitadas; lo cual determina si se aplicará una técnica u otra.
Segohouse, agentes inmobiliarios expertos en home staging, explican que en el caso de las viviendas recién reformadas no es necesario hacer ningún arreglo. Es decir, si que hay que amueblarla y decorarla muy bien para lograr un efecto hogareño y para mostrar las posibilidades que tiene la casa; más no requería de grandes cambios o reformas. Por ejemplo, el uso de complementos textiles sirven como elementos esenciales para diseñar un espacio más acogedor, sin comprometer excesivamente la decoración global.
Por el contrario, en el caso de las viviendas antiguas o habitadas si es más común realizar algún arreglo de fontanería, iluminación y pintura, retirar objetos personales y mobiliario demasiado anticuado, para añadir accesorios decorativos y textiles, de modo que se consiga presentar un espacio más despejado y atemporal.
¿Es eficiente y rentable el ‘home staging’?
Según los datos de la AHSE, el home staging logra que una vivienda se venda hasta ocho veces más rápido que en un proceso de compraventa convencional. Además, en el 37% de los casos, gracias a estas técnicas, el precio de venta sube hasta un 25%:
“Al reducir el periodo de compraventa se asumen por menos tiempo los gastos propios de la vivienda. Además, si se tienen que hacer reparaciones, se pueden repercutir en el precio final de venta”
Teresa Roca además agrega que, en algunos casos, con tan solo en un día de reorganización, limpieza y unas buenas fotografías se puede aumentar de forma extraordinaria el número de visitas. “Reducir el periodo de proceso de compraventa
implica tener que asumir por menos tiempo los gastos propios de la vivienda. Además, en función del tipo de actuación, si se tienen que hacer reparaciones, se pueden repercutir en el precio final de venta y se eliminan los posibles motivos de regateo del precio marcado.”.