El mejor aislamiento para el hogar

Mantener aislada una vivienda para conseguir una mejor eficiencia energética, un mayor aislamiento térmico y acústico y al mismo tiempo ahorrar en las facturas, es cada vez más fácil. Las construcciones cada vez se realizan con unas calidades y materiales mucho mejores a todos los niveles. Contar con un buen aislamiento en las paredes, depende más de la empresa constructora que del comprador de la vivienda.

Aun así, cuando una vivienda, de nueva construcción o de segunda mano, no ofrece ese aislamiento deseado, con una mínima inversión, se puede conseguir un mejor aislamiento que nos beneficie en todos los sentidos. Los expertos en ventanas de Crear Sur, nos han asesorado al respecto. La instalación de ventanas de PVC, tan de moda en los últimos años, dan como resultado un perfecto aislamiento térmico y acústico. Sus calidades y los materiales utilizados aportan grandes beneficios a la hora de mantener la vivienda, calentita y ausente de ruidos.

Las incontables ventajas que ofrece el PVC para la fabricación de las ventanas, favorecen los costes que son inferiores a los que genera la fabricación de ventanas de otro material. Su instalación y montaje son por igual, más sencillos y su durabilidad, con un mínimo mantenimiento, es superior al de otros materiales como puede ser el aluminio.

Independientemente del tipo de ventanas que tengas en tu vivienda o del aislamiento con el que cuente la estructura. Vamos a hablar en este post, sobre algunos de los materiales que mejor aíslan las viviendas. Interesante en el caso de que vayas a reformar la tuya o quien sabe, construirla. También en el caso de que vayas a comprar un inmueble, es importante conocer el tipo de aislamiento con el que se ha construido.

Aunque los expertos coinciden que la mejor manera de aislar una vivienda es cambiando las ventanas ya que colocar un nuevo aislamiento es algo más complicado y costoso, veamos cuales son los mejores métodos y materiales para este fin.

Aislamiento térmico inyectado en cámaras

Esté es uno de los sistemas más rápidos y cómodos para conseguir un mayor y mejor aislamiento en las viviendas. Para llevar a cabo la colocación del aislante térmico en la fachada, se practican unos orificios en la misma. A través de estas perforaciones y mediante el uso de una manguera especifica para el efecto, se inyecta en la pared el aislante térmico elegido. Este puede ser a base de poliuretano (el más conocido) o de fibras de celulosa (más ecológico).

Una de las mayores ventajas de este sistema, es su método de aplicación que como se puede deducir, requiere de una obra mínima y resulta muy cómodo de aplicar. Por otro lado, es pro, es también un contra. No puede saberse con total seguridad si la aplicación ha sido la adecuada y ha rellenado todos los huecos.
Para ello, hay que realizar una serie de fotografías térmicas que permitan comprobar si el aislante se ha repartido de forma uniforme y sin dejar puentes térmicos.

Aislamiento térmico interior

Esta es la opción más adecuada a la hora de realizar una reforma integral de la vivienda. En este caso, incluir un buen aislante térmico interior es la mejor manera de aislar la vivienda como corresponde.

Este tipo de aislamiento se compone por norma general, de la colocación de paneles aislantes del material elegido, que puede ser lana de roca, corcho, paneles de celulosa, etc., adosados directamente sobre la fachada. Posteriormente, se cubren en la zona de la vivienda, con paneles de pladur, madera o el material con el que se vaya a realizar la reforma.

Para colocar este tipo de aislante se puede proceder de dos maneras:

– Derribando la hoja interior de la fachada para posteriormente reconstruirla incluyendo el material aislante. Está alternativa es más compleja puesto que requiere que haya un técnico que controle la ejecución, pero no quita centímetros a la vivienda.
– Trasdosando la hoja interior de la vivienda tras colocar el aislante térmico. Esta opción es mucho menos compleja que la anterior y por supuesto, más económica. En contra la perdida de centímetros de la vivienda ya que su colocación robará unos siete centímetros de espesor.

Sistema de aislamiento térmico exterior (SATE)

Este nombre, SATE, sonará a más de uno por ser el sistema de aislamiento térmico más utilizado en las comunidades que se han visto obligadas a aislar todas las viviendas que componen el edificio.

Para instalar este tipo de aislamiento, la obra se realiza por el exterior de la fachada. La única que se ve afectada en este caso, es la misma pues vera afectada su apariencia y estética. Los paneles aislantes se colocan por toda la fachada del edificio y posteriormente se cubren con los acabados que se hayan elegido.

La mayor ventaja de este sistema es que su instalación no afecta en absoluto al interior de la vivienda. Además, al envolver toda la fachada del edificio se eliminan todos los puentes térmicos que pueda haber. El inconveniente es la limitación que ofrece al diseño de la fachada exterior y que requiere la instalación previa de un andamio para su colocación.

A parte de estos sistemas de aislamiento, que son obviamente los más completos. Cabe señalar la importancia de aislar techos y suelos para evitar fugas de calor y puentes térmicos.

La instalación de capas aislantes en el falso techo de una vivienda es posible y a la vez, muy efectivo para lograr la eficiencia energética del hogar. Si se trata de una casa unifamiliar, puede ponerse la capa aislante por fuera sin mayor problema. Bastará con cubrirla luego con el acabado que mejor encaje con el diseño de la vivienda.

Conviene tener en cuenta, en los casos en los que la reforma de la vivienda incluyan la conversión de una terraza o tendero en parte del salón o la cocina, por ejemplo, que habrá que aislar adecuadamente, techo y suelo de estas zonas. De poco vale tener perfectamente aislada una vivienda si luego existen puntos donde no se ha aislado correctamente y se produce una fuga térmica.

Una alternativa más que requiere más de ingenio y gusto que de arquitectura, es colocar los paneles (trasdosados) directamente sobre la pares y que estos constituyan el acabado. Puede hacerse con paneles de corcho o de fibras de madera. Estos pueden servir como acabado o como base para poner yeso, pintar o alicatar. No obstante, son una buena alternativa y opción decorativa al mismo tiempo.

Queda patente la importancia de contar con un buen sistema de aislamiento térmico en las viviendas. Ese factor, incide directamente en el consumo energético de la misma para mantener la temperatura adecuada en cada época del año. Con un buen aislante, se evitarán pérdidas de calor o se mantendrá la vivienda fresca.

La importancia, por lo tanto, de contar a su vez con unas buenas ventanas que aíslen no solo térmica si no también acústicamente y por igual de unas buenas puertas que no dejen lugar a fugas térmicas, es elevada.

Se trata de una inversión que se amortiza en un corto periodo de tiempo, es muy duradera y te hará ahorrar en costes energéticos. Algo que, en la actualidad, debido a la mala situación global que estamos viviendo por la posible falta de recursos, es de vital importancia.

El mismo incremento que se vienen experimentando en las facturas de la luz de los últimos meses, debe ser tenido en cuenta a la hora de decidirse por aislar la vivienda lo mejor posible. A parte de la sostenibilidad propia que conlleva el hacerlo, piensa en la sostenibilidad económica de tu bolsillo.

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