Hoy en día, aunque no todo el mundo conoce la diferencia, hay un mayor número de padres y madres que sabe distinguir entre lo que es una escuela infantil y una guardería. No obstante, sigue habiendo muchísima gente que es incapaz de captar esas diferencias, básicamente porque en España, hasta hace pocos años, no existían, de ahí que muchos profesionales de la educación digan que, de un tiempo a esta parte, nos estamos asemejando más al nivel de Europa en este sentido.
Hay que reconocer que en nuestro país no tenemos las ventajas de Alemania o Finlandia, ni en temas de educación ni en temas de conciliación familiar o facilidades para padres/madres durante los primeros años de vida de los niños y niñas, pero a pesar de ello nuestro sistema tiene sus cosas buenas, aunque a veces nos cueste verlas, y una de ellas es que ahora mismo la normativa que marca la diferencia entre guardería y escuela infantil es lo suficientemente rígida como para que el usuario sepa qué es exactamente lo que está pagando.
Guardería
La guardería, tal y como su nombre indica, “guarda” al pequeño/a. Es decir, le ofrece los cuidados básicos necesarios y lo entretiene durante las horas en las que sus padres, madres o tutores no pueden hacerse cargo de él, bien por trabajo o por circunstancias personales. Los profesionales que están al cargo de las guarderías son cuidadores.
El problema es que muchos padres aún siguen llamando “guardería” a todo, por lo que a veces algunos colegios y centros de educación optan por llamar guardería a sus escuelas infantiles, lo que no significa que lo sean. El colegio Madre de Dios Ikastetxea, anuncia en su web su guardería en Bilbao cuando, en realidad, es una escuela infantil de primer y segundo ciclo, y lo hacen a sabiendas de que es la mejor forma de que los padres y madres sepan qué es lo que ofrecen. Pero… ¿qué es entonces una escuela infantil?
Escuela Infantil
Las escuelas infantiles trabajan en base a un proyecto educativo. No sólo “guardan” a los niños y niñas dándoles los cuidados básicos, sino que además trabajan con actividades diversas con el fin de fomentar y favorecer las capacidades del pequeño/a: psicomotricidad, lenguaje, capacidad matemática, actividades de estimulación temprana, etc.
Se trabaja de forma globalizada los distintos ámbitos del desarrollo y los profesionales que están al cargo son “educadores” no “cuidadores, y atienden todas las necesidades de los niños tanto a nivel fisiológico como intelectual, de movimiento, social y sobre todo afectivo. Esta es la gran diferencia entre una cosa y otra. Los educadores son personal altamente cualificado que no solo juegan con los niños o cambian pañales. Junto con las familias de cada uno de los niños o bebés, educan, y el trabajo debe ser de cooperación con una buena comunicación entre todos para que todo vaya avanzando.
Diferencias básicas:
- Espacio: La escuela infantil cuenta con aulas amplias e iluminadas mediante luz natural. No obstante, también cuentan con luz artificial para usar en días nublados o grises. Todo el mobiliario, así como los materiales, está homologado y diseñado específicamente para el uso infantil e esas edades. Además, la decoración está pensada para evitar cualquier tipo de peligro, por lo que se sigue todas las normas vigentes para niños. También tendrá un patio exterior superior a 75 metros cuadrados y, por supuesto, un plan de emergencia y evacuación. Las guarderías no han de cumplir todas estas características.
- Profesionales: Toda escuela infantil debe tener, como mínimo, un maestro de educación infantil titulado, responsable del proyecto educativo del centro. Además, en cada aula habrá un técnico de educación infantil. Los profesionales de las guarderías no han de ser necesariamente titulados.
- Ratio: el número de niños por educador infantil en las escuelas deberá cumplir la normativa vigente, normalmente un máximo de 8 niños menores del año o 13 niños menores de 2 años. Las guarderías tampoco han de cumplir esta máxima.
- Las escuelas infantiles suelen tener catering para dar de comer a los niños. Las guarderías no tienen por qué tenerlas.
Básicamente, las diferencias radican en la educación que se le da a los niños a esas edades pero eso no significa que aquellos que opten por una guardería lo estén haciendo mal, simplemente es diferente y esto hay que dejarlo claro para no inducir al error.