Es hora de que nos empecemos a tomar en serio todo lo relativo a todas y cada una de las ramas de nuestra salud. Sí, es verdad que el cada vez tenemos más en cuenta la salud cardiovascular, que estamos más concienciados que nunca al respecto de todo lo que hay que hacer para evitar el cáncer y que tenemos hábitos alimenticios mejores que en el pasado, pero solamente con esas cosas no garantizamos un bienestar absoluto ni mucho menos. Hay que pensar en absolutamente todo lo que tenga que ver con nuestra salud y eso equivale a estar pendiente de una de las ramas de la salud más olvidadas: la dental.
En Europa, hemos tenido de todo en lo que guarda relación con la salud de nuestros dientes y la de nuestra boca. Hay países en los que se ha cuidado mucho más que en otros, siempre ha habido diferencias sustanciales entre los países más ricos y los más pobres del continente. En España, la verdad es que podríamos haber estado en una situación mucho mejor durante cada momento de nuestro último siglo. Nunca hemos estado a la cabeza en este sentido, pero es verdad que hemos venido progresando de una manera interesante en los últimos años.
Una prueba de lo que acabamos de decir se encuentra en la noticia que os vamos a enlazar a continuación del portal web Redacción Médica, que asegura que el 16% de los españoles aumentó la frecuencia del cepillado durante la pandemia, un porcentaje que fue mayor que el de la media del resto de países europeos, que fue del 10%. Pero debemos dejar claro que esto no compensa en absoluto que hayamos estado por debajo del resto del continente a lo largo de tantos años en lo que tiene que ver con la salud dental.
¿Qué es lo que ha motivado a los españoles a empezar a equipararse en lo que tiene que ver con esta rama de la salud al resto de los europeos? Hay varias cuestiones que intervienen en lo que tiene que ver con este asunto. Algunas de ellas son las que vamos a compartir con vosotros y vosotras a continuación:
- La propia pandemia ha marcado un antes y un después. El hecho de que una de las mejores maneras de mantener a raya al contagio por coronavirus fuera la limpieza e higiene bucal hizo que muchas personas, jóvenes y no tan jóvenes, empezaron a tomarse realmente en serio este asunto.
- Por otro lado, hay que hacer referencia a las redes sociales. Ahora es más importante que nunca cuidar de nuestra imagen personal, de nuestro físico. Y eso nos obliga de algún modo a cuidar de nuestra sonrisa, qué es el primer elemento que mostramos a una persona cuando la conocemos. Una sonrisa única nos puede ayudar desde a conseguir el puesto de trabajo que soñamos hasta a conquistar a la persona que queremos. ¡Como para no cuidar de nuestros dientes!
- El trabajo de las clínicas dentales ha sido muy interesante en este sentido porque han redoblado sus esfuerzos en marketing y publicidad, lo que ha permitido que aumente la conciencia de la gente en relación al cuidado que le deben a su boca y sus dientes.
Lo cierto es que, con independencia de cuál sea el motivo por el cual hemos empezado a tener en cuenta la salud dental, estamos consiguiendo grandes avances en este sentido en los últimos tiempos. Son especialmente los jóvenes los que están abanderando este cambio. A fin de cuentas, son ellos los que están expuestos a las formas más modernas de marketing y a esa necesidad de cuidar su belleza para tratar de conseguir sus propósitos en la vida. La gente de mediana edad también está parcialmente en ese barco, pero los que se están quedando fuera de él son nuestros mayores.
Hay que echar un vistazo a nuestra historia para comprender por qué la gente mayor no está tan concienciada al respecto de la importancia de la salud dental en España. Cuando los ancianos de ahora eran jóvenes, bastantes problemas tenían con alimentarse en condiciones en una España de posguerra en la que comer bien estaba al alcance de un mínimo porcentaje de población. Era lógico que la salud dental no fuera una prioridad y, claro, a medida que han pasado los años y como consecuencia de una falta de hábito que debe ser cultivada siempre desde la infancia, los mayores de hoy no han depositado la misma importancia a este tema que la que le damos los jóvenes ahora.
Si España sigue por debajo del resto del continente europeo en materia de salud dental, es probablemente porque nuestros mayores no han adquirido ese hábito de cepillarse los dientes tres veces al día que es tan necesario y que en muchos países del continente son prácticamente de obligado cumplimiento en casas y escuelas. Es sin duda el grupo de población que más ayuda necesita en este sentido y por eso siempre tiene que haber clínicas que estén especializadas en aquellos servicios que más vayan a necesitar, como los implantes o las prótesis dentales.
No es casualidad que estos dos ámbitos sean los más necesitados y los más demandados por parte de las personas mayores. Cuando se lleva una gran cantidad de años sin cuidar de los dientes, lo lógico es que muchos de nuestros dientes ya se hayan partido y posteriormente desaparecido por completo. Teniendo en cuenta que la salud dental es elemental para la consecución de un bienestar interesante, las personas mayores que no hayan cuidado de sus dientes pero que quieran empezar a hacerlo en pos de conseguir ese bienestar van a tener, casi con toda seguridad, someterse a algún tratamiento que conlleve cualquiera de las dos cosas de las que venimos hablando en concreto. En Dental Studio Ibiza ya puede encontrarse un apartado dedicado en exclusiva a explicar la realidad de esos implantes y prótesis dentales, lo que es una prueba de la relevancia que empiezan a adquirir estos servicios.
Europa, en general, tiene que mejorar
A pesar de todo lo que hemos dicho hasta ahora y de decir varias veces que los españoles estamos por debajo de la media europea, lo cierto es que Europa tiene mucho que cambiar en lo que tiene que ver con la salud dental. Una noticia que vio la luz en la página web del diario Abc hacía saber que más de la mitad de los europeos no conserva su dentadura natural completa, lo que viene a explicar muchas pero que muchas cosas. La noticia dice que son los irlandeses y los británicos los que menos cuidan de ella y los que más tienen que progresar en este sentido.
El caso es que la realidad está cambiando a pasos agigantados y los países ricos ya no se encuentran libres de tener una de las peores saludos dentales del continente. Buena prueba de ello es lo que os acabamos de comentar en el párrafo anterior en relación son los irlandeses y los británicos los que menos se cepillan los dientes a lo largo del día. Irlanda y el Reino Unido son dos países de referencia en el terreno económico en Europa y tienen mucho que aprender en este sentido.
Fuera de nuestro continente, la realidad es bastante parecida. Países ricos como Estados Unidos se encuentran en problemas en lo que tiene que ver con su salud dental, a lo que se une el hecho de que la alimentación más gigante norteamericano es más bien eficiente puesto que se consumen demasiada comida rápida y demasiadas bebidas azucaradas. Desde luego, en Europa hemos estado muy influenciados en ese sentido por los estadounidenses y tenemos que hacer todo lo posible por evitar que los vicios de allí no se conviertan también en costumbres de aquí.
Debemos aprovecharnos de las ventajas que nos concede estar en un espacio común como la Unión Europea para intentar general políticas que vayan orientadas a mejorar la salud dental de la gente. Es mucho más fácil conseguir objetivos como estos si hay varios países que trabajan en común. Ya lo hemos visto en otro tipo de materias como la económica, así que simplemente se trata de replicar los patrones de actuación de esas materias y conseguir los mismos resultados. Lógicamente, no es una tarea sencilla ni tampoco se va a resolver a corto plazo, pero sí que va a traer un bienestar más evidente a nuestra gente, que es de lo que va todo esto.
Europa, que ha sido la cuna de muchas y muy buenas cosas en la Historia, debe dar un paso hacia delante en materia dental. España, que ha sido uno de los países que nunca ha destacado en este sentido, está dando ese paso hacia adelante que deben conseguir también los demás países de su entorno. Ojalá que las mejoras lleguen a toda la población europea y que de esa manera hagamos posible que el nivel de vida nuestro continente continúe mejorando