España se encuentra en un contexto geográfico que es de vital importancia para el mundo puesto que, junto con muchos de sus socios europeos, está situada en un lugar en el que, a causa de factores climáticos, está en capacidad de elaborar una buena cantidad de productos (el clima, sobre todo, hace especial incidencia en los productos alimentarios). Pero nuestro país y todos esos que le rodean también es una verdadera potencia en otro tipo de industrias. Y la automovilística es, en efecto, una de las más importantes que se pueden encontrar en nuestro país.
España es un país que normalmente no solemos tener en cuenta al hablar de todos esos países que encabezan la industria automovilística en todo el mundo. Solemos pensar en países como los Estados Unidos, Japón, Corea del Sur o Alemania, pero lo cierto es que en nuestro país tenemos una producción de vehículos de la que, a decir verdad, deberíamos sentirnos realmente orgullosos. Y es que no es para menos. Hay que valorar mucho más lo que tenemos y lo que hemos conseguido con el paso de los años, que no es poca cosa, desde luego.
Según una noticia que vio la luz en el Diario Motor en marzo del año 2018, España es el segundo fabricante de vehículos de toda Europa, solamente siendo superada por Alemania. En lo que respecta al resto del mundo, ocupamos una más que digna séptima plaza, siendo superados, además de por la maquinaria alemana, por China, Japón, Estados Unidos, India, Corea del Sur y Estados Unidos. En este sentido, nos estamos codeando con la creme de la creme y seguro que muchas de las personas que estabais leyendo esto no lo sabíais y ni tan siquiera os lo hubieseis imaginado.
Sin embargo, en lo que tiene que ver con el número de trabajadores no estamos entre los primeros en Europa. Una noticia que fue publicada en La Tercera indicaba que Alemania volvía a ser el líder en un ránking como este, y con mucha diferencia. Sus 870.000 trabajadores no encuentran competencia en los 223.000 de Francia, los 203.000 de Polonia o los 186.000 del Reino Unido. España, en este caso, ocupa la octava posición con un total de 158.000 empleados, cerrando el grupo de ocho países que superan los 100.000 empleados en la materia (el siguiente es Hungría, que se sitúa con 98.000 empleados).
La industria del automóvil es uno de los sectores de producción claves en Europa y en España y una de las máximas necesidades para apostar por la productividad del sector es la de disponer de las mejores tecnologías, una apuesta que las diferentes factorías que se sitúan en los pueblos y ciudades de nuestro continente han venido remarcando en los últimos tiempos. Los profesionales de una entidad como lo es Tecoi, especializada en maquinaria para el corte de la chapa, que como sabéis es un material muy recurrente en este sector, nos han comentado que cada vez es mayor la apuesta por esa tecnología en un sector del automóvil que sabe que tiene que renovarse para no morir.
Un barómetro para la economía continental
La economía europea y el estado de salud de los negocios que tienen que ver con el sector automovilístico van de la mano en muchas más ocasiones de las que nos parece. Y es que, cuando una funciona correctamente, el otro también lo hace y viceversa. Europa es una potencia que es básicamente industrial y es evidente que la fabricación de vehículos es una de las industrias más grandes del continente, por lo que esa relación entre los datos de una y otra vertiente quedan perfectamente explicados de esta manera.
Cuando llegó la crisis económica del año 2008, el mundo de la construcción se fue a pique. Pero no fue el único sector que sufrió las consecuencias de la caída mundial de la economía. El del automóvil también lo pasó francamente mal, pero ha conseguido recuperarse a base de mucho esfuerzo. En los momentos en los que nos encontramos, es una referencia de nuevo a nivel europeo. Y la apuesta por la tecnología ha tenido mucho que ver con ello sin que haya lugar para ninguna duda.
Europa es un continente que tiene la necesidad de reinventarse para mantener su competitividad. Los mercados emergentes, sobre todo los asiáticos, nos están obligando a ello de alguna manera. Hay que estar bien preparados para ello, porque cuando se terminen de desarrollar lugares del mundo como lo son Sudamérica y África, la competitividad que deberemos demostrar será aún mayor. La tecnología es, desde luego, una de las mejores herramientas para subsistir en lo que respecta al mercado del automóvil. Y, e función de lo que os hemos comentado en este artículo al respecto, en Europa estamos haciendo las cosas realmente bien.