La Unión Europea, un balón de oxígeno para el sector del automóvil y sus ramificaciones

Son muchas las ventajas que tiene el simple hecho de haber nacido en la Unión Europea y ser ciudadano de una zona del mundo como tal. La libre circulación de bienes y servicios, además de la supresión de elementos como lo son los aranceles aduaneros y demás impuestos hace que sea mucho más fácil la convivencia entre personas de muy diferentes países, condiciones y culturas. La verdad es que todavía no tenemos una conciencia clara de todas las ventajas que implica vivir en una región del mundo como lo es esta.

Esas ventajas llegan hasta todos y cada uno de nosotros. Es algo evidente y de lo que ya no queda ninguna duda. El ejemplo más evidente y clarificador de todo eso es el de cuando alguno de nosotros o nosotras queremos comprar un producto que solo se puede encontrar en uno de los países de la Unión que no es el nuestro. Antes, adquirir ese producto nos hubiese costado un ojo de la cara porque ya solo los impuestos a pagar por cruzar una o varias fronteras así lo hubieran necesitado. Hoy, ese precio extra ha desaparecido. Y nuestro bolsillo lo nota.

El mejor producto para ejemplificar esto es el coche. Muchos europeos compramos nuestro vehículo en un país que no es el nuestro, y eso hubiese sido mucho más difícil, o mucho más caro (como cada uno prefiera) para nuestra economía. Ahora es mucho más fácil tener acceso a eso. El desarrollo de un elemento como lo es el comercio electrónico también ha ejercido una influencia muy grande en ese aspecto. Todos los elementos se han puesto de acuerdo para garantizar una compra más segura por parte de los ciudadanos europeos.

Un artículo publicado en el portal web de Esdiario hizo hincapié en que, durante el primer semestre de este 2018, las ventas de coches en toda Europa habían ascendido un 2’9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Datos así son una consecuencia directa de las cosas que hemos venido contando hasta ahora y que hablan de los aspectos positivos que tiene para los ciudadanos de todos y cada uno de los países de la Unión Europea el tener una legislación comunitaria y que les proteja a todos por igual.

La eliminación de toda clase de impuestos aduaneros en la Unión Europea ha provocado que las ventas de coches hayan tirado de la economía continental durante muchos años. Los europeos tenemos una mayor facilidad para comprar coches más allá de las fronteras de su país y eso, según nos han contado los profesionales de una entidad como Transportes Cars, ha influido de manera directa en la manera en la que los ciudadanos se han comportado a la hora de comprar un objeto así. En otras palabras: el mercado de compra de vehículos en Europa se ha visto beneficiado y estimulado con la creación de una entidad como la UE.

El transporte de mercancías también nota la diferencia

Otro de los sectores que se ha visto beneficiado de la constitución de la Unión ha sido el del transporte de mercancías. Los europeos no solo compran coches en otros países del continente. La cantidad de compras que se producen de un país a otro es tremenda y eso ha hecho que un sector como del que acabamos de hablar sea más necesario que nunca. Sin él, las facilidades de las que podemos presumir a la hora de comprar serían inexistentes. Todo sería mucho más complicado y, casi con total seguridad, más caro.

En un artículo del portal web Transporte 3 se hacía incidencia a los planes que tenía Europa para el sector del transporte de mercancías. Todo el mundo es consciente de la tremenda necesidad que hay en la sociedad de este tipo de labores y es precisamente ese el motivo que ha llevado a los diferentes órganos regidores de las instituciones europeas a dictar leyes y reglamentos que hagan mejor este trabajo y lo protejan de posibles amenazas. Y es que cualquier protección es poca ante cualquier tipo de peligro.

Seguro que de cara a dentro de unos años el sector del automóvil sigue siendo de los principales motores de nuestra economía. En España vemos como cada año más personas se compran un coche que ha sido fabricado en Alemania, Holanda o Bélgica. Ese potencial tiene una explicación y es muy sencilla: la propia legislación europea. Es lógico y normal que ya haya más organizaciones supranacionales que están deseando operar como nosotros. A muchas de sus industrias les vendría genial. Y lo saben.

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